A CANTEIRA DOS NAMORADOS
Hoy os traigo un sitio bastante industrial, una cantera de color verde perdida en un pueblo gallego.
De hecho, es de subnormales pero nos perdimos porque el Google Maps nos quería llevar por un camino cortado, además ese día no íbamos muy finos.
Conseguimos aparcar y dimos un agradable paseo por el monte hasta llegar a la cantera, encontrándonos unos cazadores por el camino. Imaginaos el panorama, nosotros cargados de cámaras y trípodes y ellos con las escopetas. Era un circo pero bueno, era más extraño lo nuestro que lo de ellos.
Al llegar vimos una preciosa imagen del pantano y @virtudeswashear se reencarnó en un caballo y empezó a correr como uno por los montículos de tierra. En fin, hombres.
Debería buscarme una chica con la que ir a explorar.
Seguimos nuestro camino atravesando unas grandes piedras, aunque no sé si llamarlas así porque eran cuadradas.
Luego saltamos un enorme tronco y allí estaba. La gran bestia observándonos desde lo alto.
Lo primero que hizo este señor, fue intentar levantar una rueda de un tractor pero como estaba llena de arena no fue capaz. Por sí no me creéis tengo vídeos que refutan el momento. Me pidió grabarlo con la intención de tirar la rueda y no lo sé. Para el era algo especial. Como el dicho de hombre tirar piedra, hombre ser feliz. Cambia piedra por una rueda...
Nos montamos en la bestia, aunque estaba bastante oxidada aún aguantaba nuestro peso y parecía que la estructura iba durar unos cuantos años más. Aún así pisábamos con cuidado, por si un escalón decidía morirse en el momento que nosotros estuviésemos encima.
Sacamos unas cuantas fotos y luego, Virtudes siguió intentando coger las demás ruedas, llenas también de arena y repetir el mismo suceso; mientras yo me quedé sentada en una rueda viendo el atardecer. Y la verdad es que la imagen era muy reconfortante, nos faltaban cervezas.
El atardecer se veía precioso desde allí aparte llevaba todo el día haciendo solazo. Nos dedicamos a recorrer la cantera el resto del tiempo y despedir lo poco que quedaba del amanecer.
Luego, vimos unos caballos a lo lejos y supimos que era la hora de irse.
En la salida nos los encontramos a todos, de hecho había uno que se parecía muchísimo a Spirit, era precioso y tenía una gran melena negra.
Dimos por finalizada la ruta del fin de semana y nos fuimos a tomar algo como recompensa de haber finalizado bien el día.
Espero que os haya gustado el reportaje de hoy, nos vemos a la vuelta de Navidades. ¡Felices Fiestas! 🎅🎄
Comentarios
Publicar un comentario