LA BOTICA EN RUINAS
En un día de exploraciones, aunque bastante reducido ya que solo teníamos la mañana para explorar; @gzshots y yo decidimos abandonar el plan de comernos unos callos para visitar esta curiosa Botica al lado de una carretera nacional.
He de decir que todas las fotos son de él, a mi me daba mucha pereza sacar la cámara y el trípode, dado que la poca luz que entraba por las fiestras te obligaba sí o sí, a tirar de obturación.
Además al ser la copilota en todo el viaje, cuando paramos a repostar, yo reposté de más. Mi pulso y capacidad no estaban muy alerta en esos instantes.
Así que mientras Mike, intentaba no matarse subiendo a la segunda planta por esas escaleras que poca tabla tenían ya donde pisar, yo le contemplaba desde abajo rezando para que no se cayese.
Lo más sorprendente de la Botica era el piano de cola desmontado de la segunda planta. Solo por eso, ya había valido la pena haberse entrometido entre las ruinas. Aunque seguía rugiéndome el estómago al pensar en los callos.
Finalmente, nos fuimos. La entrada era muy fácil, por una ventana gigante a la altura de nuestras rodillas. Había una mochila que parecía de algún aventurero al entrar, parecía llevar bastante tiempo allí.
Lo mejor es que a pesar de ser de fácil acceso, no tenía rastros de graffitis ni vandalismo. Se había derrumbado por el propio paso del tiempo. Es lo más bonito de descubrir en la exploración urbana.
El sandwich de pulled pork entró de maravilla al salir del abandono. Mike fue más sano y se zampó un sandwich vegetal.
Esta semana os mostraré la iglesia a la que fuimos, antes de cruzarnos con la Botica en Ruinas.
Hasta el próximo reportaje. 💫
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