EL TÚNEL DE FEDERICO
Hacía tiempo que no os mostraba un spot de vías muertas. En esta ocasión, nos aventuramos sin planificar la ruta ni las condiciones meteorológicas.
Junto a @gzshots, nos tomamos un café y tomamos rumbo al primer túnel. Medimos mal las distancias en un primer momento y tuvimos que darle otra vuelta al mapa y además, mi móvil casi sale volando por la ventanilla del coche ya que el soporte, se soltó de repente.
Si enlazábamos todas las circunstancias, o Dios nos estaba indicando que no era el día o eran simples coincidencias y acontecimientos desastrosos que encaminaban a una gran sesión.
Decidimos optar por la segunda y llegamos a un túnel activo en obras donde justo al lado, se iniciaba la ruta hasta el primer túnel de la vía muerta.
Fuimos sorprendidos por una cría de siamés, que lamentablemente no se dejó fotografiar pero nos indico el camino correcto.
Los primeros indicios de lluvia se hicieron ver y sin perder la emoción, comenzamos a fotografiar dejándonos llevar por la belleza de Renfe.
A partir de este momento, no sabíamos que venía lo peor. Mike sacó algunas instantáneas en analógico aprovechando que el sol de la mañana nos había abandonado, dejando una nubosidad que atraía la niebla por instantes. El ambiente comenzó a humedecerse y a empañar nuestros objetivos.Continuamos caminando hasta el siguiente túnel, desde allí se podía contemplar la vía nueva y un tren nos sorprendió a lo lejos mientras nos deleitábamos con las increíbles vistas a la montaña y la aura de los árboles que nos abrazaban desde lejos.¿Sabíais que las piedrecitas que forman las vías se denominan balastros? Su función consiste en repartir las cargas sobre la superficie y amortiguar las vibraciones que genera el tren al pasar por encima. Lo más importante es que cuando llueve, evitan que se acumule el agua y se formen charcos, siendo potencialmente peligroso. Deben medir entre 3 y 6 cm y ser del mismo material para cumplir su labor.
El segundo túnel nos sorprendió y llenó de ilusión. Después de ver lo pequeño que era el primero no imaginábamos que el siguiente tuviese una longitud de casi 2 km. Ver la señalización de velocidad en la entrada y además, múltiples catenarias por los lados que añoraban el antiguo funcionamiento eléctrico por el que circulaban los trenes, nos transportaban al pasado, imaginando aquella oscuridad con halos de luz procedente de las luces de emergencia.
A su vez también encontrábamos oxidados raíles esparcidos según avanzábamos. Los antiguos trabajadores los extraerían cuando limpiaron la zona pensando en una posible rehabilitación. Aunque solo algunos tramos parecían nuevos, la obra seguramente quedó parada como la gran mayoría, repartiendo los tramos a cada ayuntamiento y quedando unos abandonados, otros rehabilitados y otros completamente nuevos. La idea era conectarlas de forma que Santiago y A Coruña tuviesen una línea con paradas en los pueblos de más industria y sobre todo, que albergasen polígonos.
Os dejo imágenes del túnel que pensábamos que llevaba a China. Al no tener cobertura ni planificar la ruta, nos quedamos sorprendidos al no contemplar la salida del túnel. Según avanzábamos, la boca de entrada se seguía percibiendo, avanzábamos en línea recta y en completa penumbra. Decidimos dar vuelta, ante la incertidumbre y las pocas previsiones.
Un sapo al que apodamos como Federico nos comunicó que caería el diluvio universal. Pues al poco rato, empezó a llover fuertemente y no tenía pinta de parar. Tuvimos que regresar de vuelta al coche lloviendo a mares. Nosotros quedamos empapados pero nuestras cámaras estaban a salvo que es lo importante. Después de una gran victoria pero con ciertos contratiempos, decidimos celebrar el spot con una legendaria tapa de tortilla 😎.
Gracias Mike, por darme toda la información y poder relatarla. También por increíbles fotazas. 👀
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