LA CASA DE LOS ILUSTRADOS I

 

Comenzamos con una casa bastante particular. 

Está ubicada en las profundidades de un pueblo bastante perdido, alejado de la civilización. La típica casa en la que veraneabas, de tus abuelos. 

Es un gran lugar para desconectar, lejos de los ruidos de los coches y alejado del bullicio de la humanidad. 

Lo más característico de la casa, es que está escondida tras una enorme piedra llamada penedo, para quienes no sepan de que se trata, es como un peñasco, producido por la erosión de la tierra o el mar que sobresale a la superficie y es de un tamaño bastante considerable. 

Gracias a ello, la casa pasa desapercibida y lejos de los vándalos que solo se dedican a la destrucción y el hurto.

La casa cuenta con unas escaleras principales escondidas entre la maleza, nada más entrar podemos vislumbrar una decadente cocina con el techo en muy mal estado, mejor dicho, sin techo. 



Como se puede apreciar en la fotografía, la cocina aunque esté en muy mal estado, no deja de tener su encanto y las sillas permanecen estáticas mostrando un hermoso recuerdo de las comidas familiares realizadas en la casa. Al fondo, disponían de un pequeño baño, aunque dado el estado del suelo, no me pareció conveniente echar un vistazo. No es recomendable arriesgarse tanto.

 Procedemos a acceder por las escaleras principales, accediendo a la planta principal donde a la derecha nos encontramos con el rincón más acogedor de la casa, el comedor. Entraba un poco de luz entre las persianas deterioradas de la casa, creando un ambiente diáfano y nítido. Muy apropiado para sacar la cámara.

Os dejo la siguiente fotografía para ponernos en contexto.

 


Aún conservaba alguna de las bebidas de reserva que consumían en la casa. Había también un aparador que estaba repleto de documentación que hablaba sobre contratos de compraventa y certificados de posesión de terrenos. Parece que poseían muchísimos ferrados.

Más adelante, contaba con dos habitaciones, no tenían mucha cosa, para ser sinceros, aunque también tenía su encanto, y la decoración daba a entender la devoción de la familia por entes religiosas y divinas. Os dejo una de las habitaciones.




Continuamos con la sala más imponente de la casa, el salón con un piano, el cual sus teclas han dejado de sonar. Y poco puedo narraros de esta habitación, sinceramente, es más bonito disfrutarla en una ilustración.

 

 
 
O tal vez... dos.
 



Pensándolo detenidamente, viendo esta sala, solo pude vislumbrar el recuerdo de la familia, tocando una panxoliña de Navidad, ¿por qué en Navidad? Supongo que porque es la época más familiar del año y la más cercana. Es muy bonito imaginarse al linaje reunido lleno de amor y felicidad. 

Juntando los cuadros de graduación vistos en el salón y comedor, podemos dar a entender que la música y la religión estaban en segundo plano en sus vidas. Eran una familia amante de las pinturas y del arte, dado la cantidad de cuadros, libros religiosos y biblias, ubicadas y distribuidas por toda la casa.

Aunque su vocación eran la filosofía y las letras por parte de la madre, que era profesora, que sabemos por unas cartas que; durante la exploración, encontramos más adelante y el padre, era filólogo. Ambos amantes de las letras y seguramente, impusieron a sus tres hijos, su cultura y fanatismo por ellas.

Continuamos avanzando y encontramos una de las habitaciones, con más recuerdos, llena de objetos personales de la familia.



Y terminamos la planta principal, con un baño de lo más decrépito posible. La vegetación se ha apoderado de el de una forma abismal.




La segunda planta de la casa, seguiremos explorándola la semana que viene. 

Cada viernes, subiremos una nueva exploración urbana, llena de recuerdos que iremos acumulando en nuestro desván.

Hasta la próxima decrépita segunda parte 🏡.

*Agradecer la compañía de @tiempo_de_urbex en este reportaje.

@lune_vert


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