FABRICANTE DE BÁGOAS

 

Imagina un lugar perdido en el medio de la nada donde puedas sentarte a ver las estrellas en una noche con el cielo cubierto de ellas. 

Es el caso de este lugar tan especial y al que seguramente, si me quedase al lado de casa frecuentaría. Es tan especial y si eres fan de la astronomía también te gustará.

Llevaba tiempo con este ubicación apuntada y aunque no me quedase muy lejos, siempre había otras ubis que consideraba más importantes, dotando de esta forma; con poca relevancia al astronómico.

Se nos ocurrió visitarlo una tarde cuando los planes empezaban a aborrecernos y vaya sorpresa. 

 


 

Estaba completamente abandonado y aunque el interior era impenetrable, nos sorprendió descubrir mi primer Geo-Caching en su interior. 

Para quien no sepa lo que es, se trata de cajas o envases donde las personas que juegan esconden algo de valor o insignificante junto a una nota para que las personas que lo encontraron puedan poner sus nombres. También puedes llevarte algo de la caja y dejar algo tuyo en su lugar. Es una práctica que se puso en auge hace unos años, de hecho; hasta hace poco tenía la aplicación instalada en mi móvil pero me rendí. En A Coruña es imposible que estas cajas se conserven, la gente es muy vándala. 

Si algún día encontráis algo como esto, habéis encontrado el caché que alberga los tesoros de unos locos fanáticos del Geo-Caching.

 

Geocaching - ¿Qué es? y como practicarlo con nuestro GPS 

 

Nosotros no teníamos bolígrafo así que dejamos el caché en su lugar para que otra persona pudiese encontrarlo.

Esperamos a que se empezase a hacer de noche para poder sacar las primeras fotografías de las estrellas y el astronómico, que a pesar de estar graffiteado y repleto de envoltorios de condones, tenía un toque muy fotogénico.

 El atardecer desde allí era increíble, al no haber contaminación lumínica se veía a la perfección y para alguien que sea fan de los astros, era una imagen digna de memorizar para siempre en tu memoria. 










La próxima vez que lo visite me gustaría probar Lightpainting, a ver que puede salir de ahí. Creo que es un lugar ideal por la cero contaminación lumínica. 

Mientras la Luna sonreía a Lune desde allí arriba posando para las fotos, cada vez se fue haciendo más de noche. 

Me gusta mucho el anochecer, las mentes están más despiertas a divagar y a filosofar, y esta noche era especial al estar en un observatorio, desde dentro seguro que se veía el cielo fascinante. 

Suelo escribir por la noche pero ese día, ni las palabras me salían, solo quería tumbarme en la hierba y mirar al cielo sin pensar en nada. Desconectar es importante muchas veces, cuando sientes que no puedes más, que el peso de la vida es demasiado para seguir cargando con tanto en tu pequeña mochila.

Resulta terapéutico en muchas ocasiones, mirar al cielo y no hacer absolutamente nada, bueno puedes comer unos Doritos, la comida siempre anima y por un día, te lo puedes permitir. 

Mientras intentaba distinguir la estrella Polar, vi algo en el cielo que llamó notablemente mi atención, por un momento pensé que estaba soñando. Se trataba de un conjunto de estrellas que se movían el línea recta por el cielo a una gran velocidad. Llamadme inculta pero nunca había escuchado hablar de este fenómeno y mi cabeza no era capaz de procesar tanta información y colapsé comenzando a pensar que los alienígenas venían a abducirnos. Soy muy fan de los aliens así que no me hubiera importado. 

Después cuando el efecto en el cielo cesó, mi compañero me contó de que se trataba lo que acabábamos de presenciar. Era un StarLink y Elon Musk tenía algo que ver. Se trata de un conjunto  satélites lanzados al espacio que se muestran alineados en el cielo y esto logra que exista Internet y llegue a todas las partes del mundo. 

La percepción óptica es similar a las estrellas o incluso estrellas fugaces por la sensación de movimiento.

Su presencia dura unos minutos y se desplazan de forma vertical, hasta que desaparecen por completo de tu vista dejándote descolocado como en mi caso, si no sabes de lo que se trata.

Lo raro es que en vez de hacer como cuando ves una estrella fugaz y pedir un deseo, mi deseo fue pensar que ajolá fueran alienígenas y que por fin, me llevaran a mi Tierra. Siempre pensé que no encajo aquí, imagino que por mis hobbies extraños y mis manías llamativas. 

Después de comprobar que mi sueño de ser adoptada por una familia de aliens se iba por donde habían venido esos satélites, el frío comenzó a helarme el corazón. 

La hora de marcharse y abandonar ese lugar me entristeció, estaba tan cómoda y me sentía tan bien y tan abierta en canal mientras charlaba con la Luna, que sentí que nunca me volvería a sentir así y quería permanecer en este momento por y para siempre. 

Por ello, decidí llamarle a este lugar; el fabricante de bágoas, porque a pesar de alegrarme y disfrutar del instante como nunca, me rompía el corazón tener que despedirme de él y pensar que a lo mejor nunca más volvería. La vida es un cambio constante y quien sabe lo que nos depararía el futuro. 

A día de hoy sigo con el corazón helado de pensar en aquel Fabricante de Bágoas. 





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